viernes, 15 de agosto de 2008

La Experiencia, al completo

Con un poco más de tiempo les cuento en cierta extensión cómo se sucedieron los hechos hasta el momento del alumbramiento.

El jueves 7 de agosto ya estábamos por la noche cenando y mamá se sentía super hinchada y bastante molesta por la incomodidad y el calor que había por entonces. Nos acostamos pensando en el control y monitoreo para el que teníamos turno en el Sant Pau al día siguiente por la mañana, no sospechábamos que precisamente tendríamos que ir al hospital pero para comenzar el trabajo de parto...Ni mamá ni papá advirtieron que ya era el momento de salir. Mamá se despertó muy temprano con la sensación de haber roto aguas, si bien nunca lo habia experimentado antes. Con calma y algo dormidos, nos duchamos y nos fuimos los tres al hospital. Llegamos en taxi directamente a la sala de partos, ya que las contracciones se sucedían con regularidad aunque no con demasiada fuerza aún. Tras ser examinada, le dijeron a mamá que no había roto aguas y que se tataba recién del tapón mucoso, y que por tanto nos volviéramos a casa a esperar sentados...
No obstante, nosotros preferimos irnos a desayunar a un bar frente al hospital. Cafe con leche, media lunas y ensaimada, como para empezar el dia con algo de energía. Además bebimos mucha agua, ya que el calor era intenso.

Decidimos irnos de paseo por dentro de la parte antígua del hospital, que es todo un prodigio arquitectónico. Nos paramos a descansar en un banquito de plaza muy cerquita del pequeño edificio donde se sitúa la sala de parto. Tras más de tres horas de haber llegado al hospital, mamá rompía la bolsa amniótica tras una intensa contracción. Una vez en la sala de partos (12.30 am) mamá fue ingresada para comenzar el trabajo de parto, lo que incluyó un intenso monitoreo de las contracciones, la dilatación del cuello uterino y todas esas "cosas de médicos". Yo lo que les puedo contar es que hasta pasadas las 16, mamá estuvo sufriendo las contracciones cada vez más intensas y frecuentes, junto a papá, que a su lado le animaba y ayudaba en lo poco que podía. Tras haber llegado a una dilatación de 5 cm, mamá y los médicos dispusieron hacer uso de la anestesia epidural, ya que los dolores eran intensísimos. Todo parecía indicar un alumbramiento inminente, por vía natural. Sin embargo, pasaban las horas y nada cambiaba, salvo los dolores de mamá, amortiguados ahora por el efecto de la anestesia. Dicho efecto disminuyó la intensidad de las contracciones, lo que se solventó con el uso de oxitocina y buscapina, que según los médicos haría que el proceso avanzara con mayor facilidad. A pesar de ello, llegamos todos muy cansados a horario nocturno, y aunque los esfuerzos de mamá y de los médicos por ayudarme a salir eran infatigables, el médico jefe sugirió una intervención para sacarme porque el cuello del utero no se acortaba. Eran las 0.00 horas del día 9. Mamá y papá dijeron que sí, ya que llevábamos más de 12 horas y no habíamos llegado ni a los 3/4 del proceso de dilatación. A las 0.45 me sacaron a la luz por cesárea. Fue rapidísimo y salió muy bien. Papá esperaba fuera del quirófano, con gran ansiedad, ya que no le permitieron entrar. Fuera de allí también estaban los abuelos y los tíos Manu y Sergio. Al salir de mamá me dieron ganas de llorar con todo...la primera cara que ví fue la de mamá, de quien recuerdo el tacto de su piel. Después, el comadrón, Miquele, me llevó a conocer a papá, que estaba emocionadísimo viéndome llorar con todas mis fuerzas.

Tras las mediciones y demás preparativos estéticos, papá me llevó a conocer a la familia y juntos vimos cómo traian a mamá a la sala donde habíamos de dormir esa noche. Mamá estaba cansadísima y media aturdida por la operación y la anestesia, pero feliz de tenerme en brazos, amamantándome por primera vez en mi vida y en la suya también. Esa noche fue larga e intensa. Papá no pegó ojo en toda la noche vigilandome a mi y a mamá. Al día siguiente, los enfermeros nos llevaron al edificio contíguo, la maternidad, donde nos esperaban cuatro días de internación en una pequeña habitación para recuperar fuerzas y estar completamente preparados para volver a casa. Esto último sucedió finalmente anteayer, miércoles 13, por la tarde. Algún día, volveré a visitar la maternidad del Sant Pau, momento en el que posiblemente ya esté constituído en Museo histórico.

martes, 12 de agosto de 2008

Aca me tienen !! llegué el dia 09/08/2008



Les anuncio brevemente que ni bien empezado el día sabado 9 de agosto de 2008, a eso de las 00.45 am mi mamá me dió a luz en la sala de partos del Hospital de Sant Pau. Ambos estamos muy bien, ya les iré dando mas detalles de como fue toda esta experiencia en los proximos dias...pero lo importante es que todos estamos muy felices.
Ahora como entenderán estoy con ella instalados en la maternidad, un poco ocupados poniendonos en forma para empezar una vida muy activa, ya en casa a partir del jueves.
Les voy dejando unas fotos ACA para que me vayan conociendo....

sábado, 2 de agosto de 2008

Esperando el momento


Por estos días me hallo disfrutando de los últimos días en el útero de mamá. Parece que ahí fuera, en casa, mamá y papá tienen todo preparado para que cualquier día de estos empiece con una nueva etapa de mi vida. Es una gran alegría además, para ellos y para mí, poder compartir este momento con los abuelos platenses y con mi tío Manu, que se vinieron esta semana de La Plata y de Buenos Aires, respectivamente, para ser partícipes del momento y conocerme desde el primer día.


Lo que creo que no conté es que voy a nacer en un Hospital muy lindo, que se llama "Hospital de la Santa Creu i Sant Pau", una obra de arte modernista del arquitecto Lluis Domenech i Montaner (1902), como pueden ver en las fotos que les muestro. La parte antigua de este hospital (donde está actualmente la maternidad y la sala de partos) será declarado, cuando se termine el edificio moderno adyecente, como museo histórico. Estamos muy contentos de que el parto sea en semejante lugar, donde además, los profesionales que trabajan tienen buena fama.